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J.T.B./CLAUDIA ROIG
El PSIB quiere quitar hierro a la situación creada en Eivissa tras la dimisión, el jueves, de seis cargos de su Comisión Ejecutiva tras intentar forzar, sin conseguirlo, la renuncia de su secretaria general Sandra Mayans. Como trasfondo, los cambios de candidatura, avalados desde la Ejecutiva Federal, tanto al Consell como al Consistorio.

Antich resaltó que el partido sabía la «dificultad» que existía con las candidaturas en Vila, debido a que la secretaria general del partido en Eivissa, Sandra Mayans, también había presentado su candidatura al Consistorio, hecho tras el que se llegó a un acuerdo con el que se «aclaró» la situación y se proclamó a Costa candidata oficial.

En Palma, durante una rueda de prensa, Francesc Antich aludió a esta situación. El secretario general socialista calificó de «coherente» la dimisión de seis miembros de la ejecutiva socialista de Vila, ya que, según subrayó, es lo «correcto» si no están de acuerdo con las líneas marcadas por el partido.

La dimisión se produjo tras las decisiones tomadas por acuerdo de la ejecutiva regional socialista, tras la que se creó una junta gestora que tomó determinaciones de cara al proceso electoral, nombrando al actual alcalde de Vila, Xicu Tarrés, como candidato al Consell de Eivissa y a la concejala de Cultura del Ayuntamiento, Lourdes Costa, como candidata a la alcaldía de Vila.

«La dimisión ha sido consecuente, porque si no estaban de acuerdo era lo correcto» recalcó Antich, quien recordó que ambos candidatos tienen el apoyo del resto de la agrupación pitiusa.

Por otra parte, la candidata a la alcaldía de Ibiza, Lourdes Costa, afirmó que ve «con cierta preocupación» y que no entiende que seis de los miembros de la Comisión Ejecutiva de la agrupación socialista.

Para Costa, independiente, es «incomprensible» que unas personas «que el lunes» la felicitaron por su designación como candidata y que incluso votaron a favor de su candidatura «hayan cambiado de opinión en dos días».

En este contexto, y según informa Efe, reclamó a los dimisionarios que expliquen «quién o qué les ha hecho cambiar de idea», tras sospechar que en esta decisión podría haber habido «presiones».

En total, han abandonado la agrupación el 40 por ciento de sus miembros: Bernardo Escalona, José Antonio Escobar, Carlos Rubio, José Luis Rodríguez, Juan Gutiérrez y Estela López, lo que ha obligado a una reestructuración de las secretarías.