'Botifarrons', 'sobrassada' y pan, tres básicos que no faltaron en la popular 'torrada'.

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El centro de Palma se llenó anoche de gente llegada de toda la Isla para disfrutar de la tradicional revetla en honor a Sant Sebastià, patrón de la ciudad. Cuando el fuego de los foguerons que iluminaban las plazas de Palma se hizo caliu, empezó una noche de fiesta que se prolongó para muchos hasta pasada la medianoche.

Con el encendido del gran 'fogueró' en la Plaça d'Espanya por la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, dio inicio la 'revetla' de Sant Sebastià 2007. Pero antes del tradicional acto, donde una gran hoguera ardería ante la espectación de muchos ciudadanos y turistas, las glosas acapararon la atención de quienes se encontraban disfrutando de un ambiente callejero muy animado, con unas temperaturas muy agradables y viendo gran actividad de personas con bolsas de plásticos en las que trasportaban desde botifarrons, longanizas, sobrassadas y demás productos típicos para participar en las diversas torradas de Palma. Esteve Barceló, apodado como es Verdero, Moisés y Pele a la guitarra fueron los glosadores invitados que llegaron desde Menorca.

Por su parte los glosadores mallorquines fueron: Mateu Matas Xuri, Antònia Nicolau Pipiu, Miquel Cano Cano y Macià Ferrer Mas Macià. Incluso la alcaldesa, Catalina Cirer, invitada por los glossadors improvisó algo parecido que decía; entre vosaltres me trob molt be, però he de fer un altre camí. He dnar a lluir y després ja tornaré. Entre el buen humor, el ritmo de los xeremiers y la gran afluencia de gente que quiso ver el tradicional encendido del gran fogueró, Cirer invitó a todos participar y disfrutar de las fiestas de Sant Sebastià 2007. Y, así lo hicieron, pues horas después mucha gente se echó a la calle a torrar sobrassada en una de las 450 torradores, bastantes más que el pasado año, quemando a lo largo de la noche más de 15 toneladas de leña. Palma «ardió» de fiesta, callejones, plazas y calles principales fueron poco a poco invadidas por ciudadanos, residentes y turistas ávidos de pasarlo en grande.

Los más jóvenes realizaron su particular botellón en honor del patrón de Palma, pues muchos fueron que además de productos típicos de Mallorca disfrutaban del sabor de licores, combinados y cervezas en vasos de plástico a la espera de que dieran comienzo las actuaciones musicales.
Los partidos políticos convocaron como cada año a sus socios y simpatizantes a sus particulares foguerons donde dispersos por las plazas ofrecían desde vasos de vino hasta bandejas con todo lo necesario para torrar. El Partido Popular lo celebró en los jardines March, frente a la antigua sede, donde estuvieron Cirer y todos los regidores, pero se echó a faltar al propio president del Govern, Jaume Matas, quien eligió ir a cenar con los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, en casa de un empresario mallorquín, para celebrar el cumpleaños de la princesa Birgitta de Suecia. Por su parte, la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, estuvo acompañada del candidato a la alcaldía de Palma, Miquel Nadal y el secretario general del partido de UM, Damià Nicolau, además de otros miembros de la ejecutiva de Unió Mallorquina y de numerosos afiliados, simpatizantes y amigos, que lo celebraron en la Plaça de Santa Eulàlia. El secretario general del PSIB-PSOE y candidato a la presidencia del Govern balear, Francesc Antich, acompañado de Francina Armengol, secretaria general de la Federación Socialista de Mallorca y Aina Calvo, candidata a la Alcaldía, estuvieron celebrando la revetla de Sant Sebastià en la calle Miracle, delante de la sede del partido político.
Los candidatos Eberhard Grosske y Nanda Ramón, así como otros regidores de los grupos municipales EU-EV y PSM estuvieron en la Plaça de Santa Eulàlia. Por otro lado, y fuera del ámbito político la gente, quizás en menor número con respecto al pasado año, apareció por las plazas sobre las nueve de la noche. Durante dos horas, prácticamente estuvieron las ascuas de los foguerons en perfecto estado para torrar. Muchos fueron los jóvenes que llegaron de los distintos pueblos de Mallorca aprovechando los horarios especiales de trenes para disfrutar más tiempo de la revetla. Muchos turistas, sorprendidos por las fiestas, se acercaban a participar e incluso fueron invitados a degustar sobrassada torrada y un buen trago de vino mallorquín. Los pequeños de la casa, niños y niñas, aguantaron sin ser vencidos por el sueño y el cansancio, mientras sus padres les preparaban salchichas torradas.
Los precios de las bebidas en los puestos ambulantes oscilaban entre los dos euros por un refresco, botellín de agua o vaso de vino hasta los cinco por una botella de tinto de mesa. También se sumaron a la revetla los vendedores ambulantes de bolsos y cinturones de marcas falsas y películas o CD musicales piratas, quienes regateaban a los miembros de la Policía Local entre los callejones y la multitud en las grandes zonas. Los castellers de Mallorca hicieron las delicias de quienes se encontraban en la Plaça de l'Olivar, donde sus integrantes levantaron varias torres siendo premiadas por los aplausos del público. Tras esopar, papeleras públicas rebosaban restos de envases vacíos y la gente se preparaba a bajar la cena bailando al ritmo de los grupos y solistas musicales. Mientras los jóvenes elegían lugares como Plaça Major, Plaça Joan Carles I, otros preferían el ritmo de Plaça d'Espanya, Cort, Santa Eulàlia, etc. Hubo variedad y muy buen ambiente en una noche que dio inicio a un largo fin de semana pues hoy llegan los fuegos artificiales y mañana la gran gala musical.

Julián Aguirre