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Hay una figura callada en Cuba y en Colombia, un colectivo social que no hace ruido, que casi ni lo vemos y que son las personas mayores; maltratados, enfermos, abandonados, pobres y víctimas de las guerrillas que necesitan ayuda urgente y que gracias a la solidaridad de cientos de personas de la Isla y voluntarios están sobreviviendo. Tras diez años de intenso trabajo, en los que también se ha llevado a cabo el proyecto de apadrinamiento de personas mayores de 60 años en Cuba y Burkina Fasso, la ONG Mallorca Amiga ha lanzado este proyecto en una zona de Latinoamérica donde los ancianos están padeciendo las consecuencias de unas políticas sociales poco comprometidas con ellos. «Hasta el momento hemos conseguido que se apadrinen a 335 niños de Cuba, Colombia y Burkina Fasso, pero los ancianos también necesitan ayuda sobre todo para reforzar su alimentación, medicamentos, ropa...» afirma la vicepresidenta y fundadora de la ONG, Nancy Matamoros.

Miles de personas mayores desplazadas en asentamientos en las montañas de Colombia que «lo están pasando mal» y que Mallorca Amiga trata de ayudar con la colaboración del Ajuntament de Palma, el Govern balear y el Fons Mallorquí de Solidaritat llevando proyectos de ayuda para la mujer, los ancianos y los menores. Diez personas integran esta pequeña organización que ya ha realizado diferentes campañas de sensibilización en las escuelas de Mallorca, donde se han analizado las condiciones de vida de los países del sur, pero también ha promovido la organización de viajes para jóvenes cooperantes con el objetivo que descubran más allá de nuestra tierra y talleres de reciclaje de objetos para enviar a estas zonas. Ahora, con la puesta en marcha de esto nuevo proyecto, Mallorca Amiga ha organizado mañana en la residencia de ancianos de Las Arcadias de Palma un acto a partir de las 11.00 horas en el que se podrá ver una exposición fotográfica que refleja la realidad de estas zonas con el objetivo de concienciar a los ciudadanos de la Isla y donde se sorteará un viaje y se organizará un mercado de productos de estos países con el que se recaudarán fondos. «De momento en Colombia sólo tenemos cuatro personas apadrinadas, se necesita más ayuda y queremos concienciar a la gente de lo importante y lo urgente que es ayudar a estas personas», reconoce Nancy.

Por sólo 130 E al año, se puede contribuir con esta ONG para que los mayores de países necesitados tengan una vida un poco más digna.

Ana Largo