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Alpha 66, calificada por Castro como organización terrorista hostil al régimen cubano que tuvo su mayor esplendor durante el periodo denominado «guerra sucia», tiene su sede en la Calle 8, siendo su secretario general Ernesto Díaz Rodríguez, quien confesó, entre otras muchas cosas, que nunca fueron terroristas, «pues nuestros ataques estuvieron siempre dirigidos a objetivos militares de Cuba, más que nada para desanimar a los castristas y al mismo tiempo animar a quienes estábamos en contra de la Revolución, viviéramos en el exilio o en la isla». Díaz Rodríguez intervino en alguna de estas incursiones a tierras cubanas. «En Santo Domingo nos preparamos en un lugar próximo a la frontera haitiana para, bajo el nombre de Omega, organizar una guerra de guerrillas en Cuba. En el grupo estaba Eloy Gutiérrez Menoyo, Domingo Ortega, Ramón Quesada Noel Salas Santos y yo. El 28 de diciembre del 64 hicimos el primer desembarco en la isla. Al ser sorprendidos por los cubanos, tuvimos que combatir precipitadamente. Fue un combate desigual: cinco contra 50.000». Años después, 1968, Díaz Rodríguez, preparando el desembarco de una expedición de Alpha en Baracoa, cae prisionero, pasándose 15 años en las cárceles sufriendo todo tipo de torturas, tanto físicas como psicológicas, sin dar su brazo a torcer en ningún momento. Una larga historia que se necesitarían muchas páginas de diario para contarla, que terminó con Díaz Rodríguez en la calle, libre pero dispuesto a mantener la lucha por la libertad de Cuba al frente de la organización.

Por su parte, Francisco Ordanza, también militante de Alpha 66, considera que el terrorista, según Castro, Posada Carriles, está convencido de que «no es un terrorista, sino un combatiente, al que nosotros apoyamos. Lo del avión de Cubana, que dicen que él explosionó en el aire, es un cuento. ¿Por qué no ordenó Castro buscar los restos en el mar?».

Alpha 66 adiestra a sus asociados en el uso de las armas los domingos en campos próximos a Miami. Díaz Rodríguez, que piensa que a Cuba la tienen que arreglar los cubanos desde dentro, estaría dispuesto a acudir a la isla con su gente si aquellos precisaban ayuda. Incluso habiéndolo prohibido Estados Unidos.