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«Soy partidario, por mi profesión, de no legalizar ninguna droga. Al revés, con la droga mano dura y también mano dura con el alcohol especialmente entre los jóvenes», dijo ayer en Palma el prestigioso psiquiatra Luis Rojas Marcos, después de manifestar que la adicción al alcohol y a las drogas entre los jóvenes es «un problema serio, pero no son la mayoría de los jóvenes los que son adictos, hay muchos que prueban y, afortunadamente, son pocos los que se enganchan».

El prestigioso psiquiatra no quiso quitar importancia al problema sanitario y social que genera el abuso de las drogas y el alcohol, explicando que su consumo en los primeros quince o veinte años de vida, aquellos en los que se desarrolla lo que denominó la «inteligencia social», repercute a la larga en la capacidad para afrontar la vida.

Rojas Marcos puntualizó que los abusos del alcohol y las drogas durante la adolescencia priva de herramientas sociales muy útiles para afrontar la vida futura, aunque consideró que la juventud española es, en general, «muy sana», apostilló.

Apostó por la educación, «en la que juega un papel importante la familia», señaló y matizó que ello es importante de cara a situaciones de maltrato en la vida adulta.

Proporcionar seguridad, afecto y los estímulos apropiados es «un seguro» de que el niño «tendrá muchos menos problemas» mentales «en el futuro», si bien recordó que hay otros factores que influyen en las enfermedades psiquiátricas, como los genéticos.