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JOAN J. SERRA
La Comisión Europea ha incluido Balears en el mapa de la erosión costera con una categoría de «exposición elevada».

Las amenazas de la erosión costera llevaron al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea a emprender un estudio de dimensión comunitaria encaminado a cuantificar la amplitud de este fenómeno y estimar si constituye un problema de intensidad creciente, y evaluar la necesidad de intervención. La elaboración del estudio, denominado «Eurosion», ha durado dos años y ha sido dirigido por l Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad Europa. «Eurosion» ha llegado a sus conclusiones de clasificación utilizando un total de 13 indicadores: 9 indicadores del estado y la presión -sensibilidad- y 4 de impacto. Los indicadores de estado y presión ofrecen una evaluación cuantitativa de los diferentes factores que caracterizan o acentúan los procesos de erosión costera. Estos factores incluyen: aumento del nivel del mar, inestabilidad de la línea de costa, cambio en los patrones de erosión durante los últimos 15 años, nivel del mar más alto, crecimiento de las áreas urbanizadas entre 1975 y 1990 (Balears sería un claro ejemplo), déficit sedimentario fluvial, erosionabilidad del sustrato geológico y obras de ingeniería en el frente costero.

La erosión costera consiste en la pérdida de superficie, la destrucción de las defensas costeras (generalmente, sistemas dunares) y el deterioro de las obras de protección (favoreciendo la inundación). La erosión costera resulta de la combinación de varios factores, tanto de origen natural como humano: el viento y los temporales, las corrientes litorales, el aumento relativo del nivel del mar, las obras costeras, la ganancia de tierra al mar, la regulación fluvial, las operaciones de dragado, los aclarados de vegetación, las explotaciones de gas y la extracción de agua.