TW
0

La segunda jornada del debate sobre la orientación política del Govern fue la del enfrentamiento de posturas claramente diferenciadas y la de ciertos reproches de la oposición a la actuación del Ejecutivo de Jaume Matas, que mantuvo, durante toda la sesión, un tono bastante tranquilo.

El asunto de la política urbanística y la línea seguida por el Govern fue uno de los aspectos más criticados, así como también la política viaria. Las posturas se han mantenido a lo largo de toda la legislatura y frente al modelo de un cierto desarrollismo del Govern, los partidos de la izquierda siguen abogando por un mayor respeto al territorio y al entorno. Matas tuvo que recordar que las competencias urbanísticas corresponden a los consells, una precisión importante a estas alturas. No puede reprocharse a Matas lo que es competencia directa de los consells, pero el president tuvo que aclararlo en varias ocasiones durante el debate. La oposición se empeña en responsabilizar al Govern de cuestiones que le son ajenas, aunque bien es cierto que el PP apoyó el Plan Territorial de Mallorca.

Lo más sorprendente del debate fue el escaso interés que despertó la propuesta de Matas de implantar un billete único de 30 euros para los vuelos interislas. Un tema de este calibre y que importa tanto a los ciudadanos merecía algo más de tiempo en las intervenciones de la oposición, aunque también se puede interpretar que la izquierda da como ganador a Matas en esta batalla por la mejora del transporte interislas. Habrá que ver si el Govern puede llevar a cabo su iniciativa o, por el contrario, se queda en sólo una propuesta. El PSOE, de momento, acepta la iniciativa, pero si existe consenso. También habrá que ver cómo se concreta el apoyo del tripartito catalán a las medidas fiscales de Matas.