El actor se embarcó junto a un grupo de amigos, poco después de llegar a Palma. Foto: M.A. CAÑELLAS

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El actor francés Gerard Depardieu está en Palma. O mejor, llegó ayer a media tarde a Son Sant Joan, terminal de privados, y a bordo de un Mercedes se desplazó hasta el puerto de Palma, en uno de cuyos pantalanes embarcó en un buque de considerables dimensiones, lo que pone de manifiesto que no todos los grandes actores se hacen a la mar en puertos deportivos de postín. Depardieu, siempre grande como un armario, salió del coche no sin pocos esfuerzos, y no por el peso que debe de soportar su esqueleto, sino porque además de otras bolsas, llevaba consigo algo envuelto en una bolsa de plástico negro en forma de jamón serrano. Al rato subieron a bordo otras personas, seguramente amigos suyos, y al atardecer soltaron amarras y pusieron rumbo hacia la isla de Cabrera donde pasarían la noche. Hoy pueden estar... ¡Pues ni se sabe!

Depardieu, considerado el mejor actor francés del momento, y uno de los mejores del mundo, dotado de un talento excepcional que le permite hacernos llorar y reír, ha dedicado más de treinta años de su vida al teatro y al cine. Inició la carrera a los 17 años, tras una infancia y juventud dura, en la que estuvo a punto de rozar la delincuencia, pero su espaldarazo en el cine lo consiguió en 1971, con 'Los rompepelotas', película de gran éxito a las que seguirían 'Cyrano de Bergerac', en la que fue nominado para el Oscar, galardón que le birló, según se dijo no muy legalmente, Kevin Kostner, y 'Noveccento', y más adelante 'Matrimonio de conveniencia', con la que consiguió el Globo de Oro, 'El hombre de la máscara de hierro', donde compartió papeles estelares con Leonardo Di Caprio, John Malkovich y Jeremy Irons.

Depardieu, de aspecto tosco y duro, pero que emana cierta ternura, cuenta con un currículum como pocos, porque además de las películas mencionadas anteriormente debemos destacar, entre otras rodadas en los últimos tiempos, 'Astérix y Obélix contra César', 'Los Miserables', '1002 Dálmatas' o 'Salir del Armario', entre otras de su amplia filmografía. Gerard, excelente «gourmet» y de buen comer, tiene negocios de vinos -de hecho es copropietario de once marcas de ellos, a los que califica como 'vinos de alta costura'-. Asimismo es autor de libros sobre cocina, así como propietario de dos restaurantes. El actor, que siempre se ha caracterizado por su buen gusto en la elección de sus compañeras, podría tener en su hijo Guilllaume, con quien trabajó en la película 'Todas las mañanas del mundo', un continuador de la saga. No es la primera vez que Gerard viene a Mallorca pero sí la primera que es sorprendido -no sabemos si contra su voluntad- por las cámaras en la Isla.

Pedro Prieto