No hay acuerdo. Govern balear y Ministerio de Medio Ambiente mantienen diferencias sobre el modo de hacer efectivo el traspaso de la gestión del Parque Nacional de Cabrera a la Comunitat Autònoma.
Las diferencias son básicamente financieras pero también de concepto, según se puso de manifesto en la reunión que ayer mantuvieron el conseller balear de Medi Ambiente, Jaume Font y el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano.
También se intuye un conflicto político por este asunto. «Parece que no quieren que Jaume Matas inaugure el centro de interpretación» de Cabrera, afirmó el conseller de Medio Ambiente, tras la reunión.
La tesis del Gobierno central es que el centro de interpretación de Ses Salines no forma parte del lote a traspasar. Madrid quiere una gestión mixta del centro y poner al personal.
Según Serrano, la Conselleria había admitido a principios de año asumir el traspaso con una dotación económica de 3,3 millones de euros, al margen de la posterior transferencia del centro de interpretación que se construye en Ses Salines, pero Font lo negó y argumentó que el Ejecutivo balear no lo acepta porque quiere asumir la gestión de todo el Parque Nacional y una dotación por mantenimiento del centro en torno a los 2 millones de euros.
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