Cabrer habla sobre carreteras ante la mirada de los representantes de la Plataforma Antiautovía. Foto: JAUME MOREY

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El Parlament vivió ayer un pleno cargado de tensión por la polémica de las carreteras y por el debate sobre la compra de los terrenos de Son Espases. Nada más empezar el pleno, el diputado socialista Celestí Alomar hacía una pregunta sobre la «tarjeta verde» al conseller Joan Flaquer, pero dijo: «Cabrer se ampara en los muertos para justificar las autopistas». La misma fórmula utilizó la también socialista Patricia Abascal. «Cabrer se ampara en los muertos para justificar las autopistas», repitió. La tercera pregunta fue formulada por Aina Salom y debía contestarla Aina Castillo. Sin embargo, Salom también acusó a Cabrer de ampararse en los muertos para justificar las autopistas. En ese momento pidió la palabra la consellera d'Obres Públiques, quien calificó de «indigna» la postura de los socialistas. «Yo entiendo su malestar, pero hay personas cualificadas que dicen que las autovías mejoran la seguridad vial. No son capaces de entender una realidad», contestó Cabrer. Segundos más tarde, la portavoz socialista, Francina Armengol, pidió la palabra para pedir amparo a la Mesa por el hecho de que Cabrer hubiese podido hablar de esta cuestión en el pleno.

El president del Parlament, Pere Rotger, recordó que tres diputados habían acusado a Cabrer de ampararse en los muertos para construir autovías y que, por este motivo, la consellera tenía derecho a réplica. Desde los bancos del PP se abucheaba a Armengol, pero la polémica no acabó. En la siguiente pregunta, la también socialista Aina Rado acusó a la consellera de ampararse en los muertos para hacer autovías. Las protestas desde el grupo popular se repitieron. Acto seguido, todos los diputados abandonaron el pleno cuando tomó la palabra el parlamentario socialista Joan Boned, quien hace algo más de un mes dijo en un debate que si había muertos en las nuevas carreteras de Eivissa la responsabilidad sería del PP. Desde entonces, cada vez que habla Boned, los diputados del PP abandonan la sala, aunque no fue hasta ayer cuando la protesta llegó al salón de plenos del Parlament.

La construcción del nuevo hospital de Son Dureta en los terrenos de Son Espases fue otro de los asuntos que aumentó la tensión política en el pleno. La oposición presentó distintas preguntas sobre el precio que se había pagado por los terrenos de Son Espases. Una de ella fue formulada por Francina Armengol y estaba dirigida al president del Govern, Jaume Matas. «Ha quedado demostrado que hacen Son Dureta en Son Espases en contra de estudios técnicos. Todo ha sido un proceso de especulación urbanística y han engañado a todo el mundo», acusó Armengol. Matas respondió que el Govern no había engañado a nadie. «Hemos escuchado a los profesionales que reclamaban esta nueva infraestructura», replicó el president. Armengol recordó que el Govern hubiese podido rehabilitar el actual Son Dureta en lugar de construir un nuevo hospital en los terrenos de Son Espases. «Lo han vestido con engaños y mentiras. Pagan siete millones en lugar de 2'9 millones por Son Espases cuando la mejor opción era rehabilitar el actual hospital de Son Dureta. Rectifique», emplazó. Matas resaltó que su Govern se había comprometido «a construir un nuevo hospital y hemos apostado a hacer infraestructuras nuevas». Matas aprovechó su «cara a cara» con Armengol para recordarle que el Govern «encontró facturas en los cajones de la Conselleria de Salut e incluso una camilla fue pagada con un contrato de publicidad».