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Nadie dormirá hoy. Es la vela del Everest. Oli y los dos Tolos vivirán esta jornada la noche más larga de toda la expedición, la que tiene que llevarlos a hacer cima en la montaña más alta de la Tierra. Este mediodía está previsto que los tres escaladores lleguen a la garganta sur (8.000 metros), donde se ubica el campo IV. Aquí es desde donde empezará hacia las nueve de la noche (las 5:45 de la tarde en Mallorca) la ascensión definitiva. En el campo base se vivirá una situación parecida, llena de emoción. En la tienda de estar, el sirdar Pasang Tshirng y yo pasaremos la noche junto a la radio, el teléfono y el ordenador con el fin de mantener conexión permanente con los tres escaladores y, al mismo tiempo, transmitir vía satélite toda la información que generen los últimos 850 metros de desnivel hasta alcanzar la cima. Por este motivo, Tshirng se ha hecho llevar un incienso especial de Periche para hacer una puja o plegaria sherpa para la buena resolución de esta aventura tan especial que tiene que llevar el nombre de Mallorca arriba del todo.

Las últimas noticias que nos llegan al campo base es que los sherpas ya han fijado la cuerda desde la garganta sur hasta el balcón, a 8.500 metros de altura. Que las condiciones meteorológicas se mantienen como en los últimos días, es decir, que durante las próximas 48 horas continuará remitiendo la velocidad del viento, que las temperaturas diurnas y nocturnas serán menos frías y que se incrementará un poco la humedad, generando pequeñas precipitaciones en forma de nieve a partir de primera hora de la tarde. Hoy mismo, una veintena de miembros y sherpas de las expediciones de Kobler & Partner, Jagged Globe, un puñado de coreanos y un filipino podrían ya haber hecho cima en el Everest (8.850 m.), mientras que para el día 18 se espera que sean entre 40 y 50 personas. De cumplirse las previsiones, éstas serían las primeras cimas del año por la vertiente sudoeste. De esta manera, la gran montaña recuperaría la normalidad después de un 2005 en que el mal tiempo impidió a más de uno la consecución de este gran sueño. Ahora mismo, Oli y los dos Tolos sólo tienen una idea en la cabeza, superar la difícil, estrecha y vertiginosa carena del Everest. El balcón, la cima sur y el peldaño Hillary marcan la toponimia de este último y decisivo tramo de la gran montaña. Es probable que a primera hora de la mañana -entre las siete y las nueve- (hora de Nepal, 3:45 menos en Mallorca), los tres pongan el pie sobre la cima. Esta vez sí.

Joan Carles Palos