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El Ajuntament procedió ayer a apuntalar la parte trasera de la finca ubicada en el número 19 de la calle Antoni Pons, que ya estaba apuntalada, tras haber detectado los técnicos municipales que en la finca ubicada en el número 17 se había producido un desplazamiento de un milímetro.

Cabe recordar que el pasado 11 de noviembre, un total de once familias tuvieron que abandonar los pisos en que vivían, ubicados en los números 15 y 17 de Antoni Pons, ante el posible riesgo de derrumbe de ambas fincas, al haberse hundido parte del terreno tras una rotura de una conducción de Emaya. Poco antes, habían aparecido grietas en los números 15, 17, 19 y 24. Cort realojó a las familias afectadas a través del Patronat Municipal de l'Habitatge y de Serveis Socials. Dichas familias viven ahora en pisos en los que no tienen que pagar alquiler.

En la finca ubicada en el número 19 viven seis familias, a las que se informó ayer de que en estos momentos no hay ningún riesgo para su integridad física, a pesar de haberse reforzado el apuntalamiento del inmueble. En cualquier caso, técnicos de Cort seguirán acudiendo cada día al lugar para comprobar si ha habido algún nuevo desplazamiento.