Estaràs escucha la intervención de Armengol mientras Matas lee unos papeles en su propio escaño. Foto: PERE BOTA

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El Parlament inició ayer la tramitación del Estatut con reproches entre PP y PSOE sobre el contenido del texto que, con toda seguridad, será aprobado el 13 de junio. Mientras la socialista Francina Armengol acusó al Govern de haber provocado que se registrase «un texto sin consenso», la vicepresidenta del Ejecutivo, Rosa Estaràs, pidió a la diputada del PSOE que no hiciese «una política de campanario». Pese al rifirrafe entre Armengol y Estaràs, PP, PSOE y Unió Mallorquina votaron a favor de la admisión a trámite. PSM se abstuvo, al igual que Esquerra Unida-Els Verds, que inicialmente había anunciado su voto a favor de la admisión a trámite de la iniciativa. El diputado de Unió Mallorquina Miquel Nadal abrió el largo debate y señaló que la reforma del Estatut podía considerarse «una propuesta de todos». «No podíamos aceptar un Estatut que fuese impuesto por Rodríguez Zapatero o Rajoy», dijo Nadal. Acto seguido, Francina Armengol criticó al PP por «registrar un texto sin acuerdo». «No hemos de ser más que nadie ni menos que nadie, pero el PP se niega a que Balears tenga mayores competencias», acusó Armengol. Desde el PP, su portavoz, Joan Huguet, calificó de «injusto que se pueda decir que todo lo bueno del texto es mérito del PSOE y todo lo malo, del PP». «Creo que hemos ido por el camino de la moderación», subrayó el portavoz parlamentario popular. Desde Esquerra Unida-Els Verds, su portavoz, Miquel Rosselló, dijo que durante la tramitación de la reforma estatutaria «se había producido un paso adelante y otro atrás del PP». Rosselló planteó la necesidad de que el nuevo texto sirva para que Balears «tenga mayores cuotas de autogobierno». «Nosotros queremos que el uso del catalán sea reconocido como un derecho y un deber», pidió el portavoz de Esquerra Unida-Els Verds.

El diputado del PSM Eduard Riudavets anunció que su grupo «no pondrá trabas a la tramitación del texto, pero no queremos avalarlo por coherencia política e ideológica». Riudavets señaló que las mayores discrepancias con el actual texto están relacionadas con la necesidad de equiparar en rango de cooficialidad el catalán y el castellano. El Govern balear, a través de la vicepresidenta, Rosa Estaràs, quiso intervenir en el debate para fijar la postura del Ejecutivo. Estaràs calificó la reforma del Estatut de «histórica» y anunció que había «llegado la hora de afrontar nuevos retos». Ante las críticas vertidas por Armengol, la vicepresidenta del Govern pidió a la portavoz socialista que se dejase «de enfados y de palabras agresivas». «Hay que abandonar las políticas de campanario», señaló Estaràs, quien reclamó al PSOE que no menospreciase el trabajo realizado por la ponencia parlamentaria. «El Govern necesita al PSOE para avanzar en esta propuesta, que es mejorable», comentó. Además, Estaràs instó a Armengol a no perder «la oportunidad de ir juntos en este camino histórico». La vicepresidenta del Govern también advirtió de que su grupo parlamentario no permitiría que se tutelase la puesta en funcionamiento del Consell Insular de Formentera. Al concluir su intervención, Estaràs reivindicó un acuerdo «para exigir que el texto que se apruebe en el Parlament sea respetado en el Congreso y en el Senado». Ante este reto planteado por Estaràs, Armengol contestó: «Somos conscientes de la responsabilidad que tenemos y no queremos poner ninguna traba, pero reclamamos un Estatut ambicioso para que sea aprobado en el Congreso de los Diputados. En Madrid la reforma del Estatut tendrá nuestro apoyo». Tras las intervenciones de Estaràs y Armengol, Miquel Nadal compareció en la tribuna y cuestionó que, pese a que PP y PSOE hayan anunciado su voto a favor, «cualquiera que viese este debate diría que estamos totalmente peleados, que no hay el más mínimo acuerdo». Desde el PSM, Riudavets dijo que a su grupo «no le da ningún miedo que este Estatut supere al de Catalunya y Andalucía». Rosselló cuestionó las dudas de PP y PSOE durante la tramitación.

Estaràs, en su segunda intervención, expuso que el objetivo era «presentar propuestas de sentido común». «El texto refleja el pluralismo», dijo Estaràs, quien añadió: «No seremos de primera por parecernos a otras autonomías». «Lo que no podemos permitir de ninguna manera es que el Estatut sufra un proceso de liposucción en el Congreso. Queremos que haya espíritu de concordia», reivindicó.