Descubrimos que calles y plazas de Palma están llenas de moreras: el parque de Son Moix, General Riera, sa Vileta, la UIB...

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La magia que rodea al gusano de seda sigue atrapando a los niños. Dar de comer y cuidar gusanos no ha dejado de estar de moda y por estas fechas son muchos los pequeños que trajinan cada día de casa al colegio su caja de cartón bien cerrada y llena de agujeritos 'para que no se escapen' y 'puedan respirar', nos explica muy convencido Pau, tras aclararnos que que son 'ovíparos, porque ponen huevos'. La mayoría de alumnos de Primaria de la clase de 'Los tigres' del Colegio Aula Balear tiene gusanos. Impresionannte es la mejor palabra para referirse a la caja de zapatos que nos enseña Àlvaro. Una multitud de gusanos intenta hacerse sitio en tan reducido espacio, 'tengo más de 200' afirma orgulloso. Àlvaro es uno de los 'proveedores' de la clase.

Siempre me había preguntado cómo llegaba la 'moda' de los gusanos, porque con otras cosas, ya se sabe, uno compra una peonza y a partir de ahí todo es empezar. Varios niños dan respuesta a mi curiosidad. Albert, Laura, Joan, Julia y Joana me cuentan que son los huevos que pusieron las mariposas el año pasado y que guardaban en sus casas. Unos días antes de Semana Santa empezaron a nacer los primeros gusanitos, alguno nos confiesa que se le murieron, y con ello la búsqueda de hojas de morera para alimentarles.

Descubrimos que calles y plazas de Palma están llenas de moreras: El parque de Son Moix, General Riera, sa Vileta, la UIB... Antes de marcharnos nos preguntan si sabemos distinguir machos y hembras. 'Los machos tienen rayas negras, las hembras son blancas', nos aclaran.

L.E.Corral