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JOAN SERRA
Una veintena de productores de agricultura ecológica de Balears, acompañados por la consellera d'Agricultura i Pesca, Margalida Moner; el director gerente de Semilla SA, Joan Simonet; el presidente del Consell Balear de Producció Agrària Ecològica; Carlos López-Jurado; y su directora técnica, Aina Calafat, se desplazaron la semana pasada a Andalucía para visitar explotaciones agrarias ecológicas de esa comunidad y conocer experiencias referentes a esta actividad, que no utiliza ninguna sustancia química en sus procesos productivos. La primera constatación de esa visita fue la gran escala que ha adquirido la agricultura ecológica en Andalucía, con más de 400.000 hectáreas, un 8% de su superficie agraria útil (SAU). En Balears, se dedican a la agricultura ecológica unas 16.000 hectáreas, con 400 operadores y un 7% de la SAU de las Islas.

En concreto, la expedición balear visitó los cultivos de la empresa Bionest, junto a Doñana y dedicada a la producción de fruta; la almazara y bodega de Puerto Carretas, en la Sierra Morena cordobesa; la cooperativa aceitera Los Pedroches, en Pozoblanco, también en Córdoba; y diversas explotaciones ganaderas de la provincia de Sevilla. Todos estos núcleos de producción están inscritos en el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE). Bionest es un ejemplo claro de que la agricultura ecológica puede alcanzar grandes proporciones y procesos industriales. Cuenta con 900 trabajadores, de ellos 400 contratados en origen en Rumanía. Sus cultivos abarcan unas 500 hectáreas dedicadas a fresa (la auténtica «estrella»), frambuesa, arándano, calabacín, frutas con hueso, naranja, espárrago verde, etc. Para la preparación y envasado de todos estos productos ha sido necesario construir una nave de 6.000 metros cuadrados y desde allí se exporta a toda Europa. Sólo en fresa, cultivadas ecológicamente en una enorme extensión de invernaderos, Bionest produce unas 1.400 toneladas anuales.

En Puerto Carretas, a una menor escala, su propietario, Gabriel Gómez, combina la producción de aceite (unos 18.000 litros anuales) y vinos finos y amontillados -todo ello ecológico- con el alojamiento rural, tal vez un ejemplo más extrapolable a Balears. La viña de Gómez tiene el número 1 en el registro del CAAE. Sin embargo, en la Cooperativa Aceitera Los Pedroches, las proporciones son mucho mayores. Unos 500 socios cultivan 9.000 hectáreas de olivo. El 80 por ciento de la aceituna producida es ecológica y el proceso de transformación en aceite está mecanizado con las últimas tecnologías. El balance general de la delegación balear fue clarificador: es posible una agricultura ecológica a gran escala sin perder calidad y respeto al entorno, aunque los ejemplos andaluces deberían ser «reconvertidos» en un territorio limitado como el de las Islas.