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Fruta natural, leche condensada, tarros de mermelada, bandejas con merengue y frascos de nata montada forman parte de una larga lista de dulces ingredientes que llenan las mesas del patio del colegio Lluís Vives. El objetivo es, además de divertirse emulando a Eva Arguiñano, la repostera más famosa de la tele, conseguir ganar uno de los tres premios del concurso de tartas que el Lluís Vives convoca cada año con motivo de la celebración de su Festival de Inglés. En el concurso de tartas participan los alumnos de segundo, tercero y cuarto de ESO. Durante la elaboración de las mismas, a cada grupo de alumnos se les otorga una mesa para elaborarlas y un número identificativo. Así, los profesores se encargan de vigilar que el proceso se realice según las normas, es decir, siguiendo la receta, redactada en inglés y previamente presentada al tutor, manteniendo una higiene y un orden correcto.

Cuando todos los ingredientes ya están mezclados, le toca el turno al horno. Cada grupo entrega su número de mesa en la cocina del centro, junto con su respectiva tarta y espera, impaciente, a que la chica que se encarga de la cocina extraiga, por fín, el anhelado dulce listo para hincarle el diente. Pero antes tendrá que pasar por el paladar del jurado, formado por profesores y personal de colegio, que dictaminará cuales son las tres mejores tartas.

Si en el Lluís Vives eran tartas, en La Inmaculada los niños de primero, segundo y tercero de Infantil aprendieron a hacer crespells, postre clásico por estas fechas. La actividad se enmarca dentro de la Setmana Cultura. Los pequeños pasaron un rato divertido aprendiendo a preparar los crespells. Tras sacarlos del horno llegó lo mejor, los jóvenes pasteleros se comieron su obra.

L.L./M.L.