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El aeropuerto de Palma afronta, un año más, la operación Semana Santa en medio de un clima de optimismo generalizado, por la gran demanda turística existente en el mercado nacional y extranjero por venir a la Isla para disfrutar de este período vacacional. Las cifras del aeropuerto son más que elocuentes, puesto que, según datos de AENA-Palma, entre ayer, día 7, y el próximo domingo, día 16, pasarán por el edificio terminal 508.280 pasajeros, un 10 por ciento más respecto a la Semana Santa de 2005, aunque en este año tuvo lugar a finales de marzo.

El mayor flujo de visitantes vendrá procedente de la Península, casi el 45 por ciento de los movimientos de aeronaves hacia Son Sant Joan vendrá procedente de aeropuertos nacionales. El mercado alemán, con un 28%, es el segundo mercado en importancia, seguido del británico, con un 15% de movimientos de aeronaves. En total, se contabilizará un movimiento de 4.624 aeronaves, un 17,87 por ciento más que en 2005. Hoy sábado será el tercer día con más tráfico aéreo en el aeropuerto de Palma, cuando está previsto que pasen 57.256 pasajeros y 531 aeronaves, mientras que el domingo lo harán 52.888 viajeros y 531 aviones.

Este flujo de visitantes se traducirá en unos ratios de ocupación óptimos, que en algunos establecimientos llegará al cien por cien, gracias a la gran demanda interna que ha habido por las ofertas que los hoteleros han realizado para captar el mercado mallorquín. Platja de Palma y Calvià, así como toda la oferta de agroturismo y turismo rural, serán los enclaves más beneficiados por este aumento de visitantes, que provocará un incremento de visitantes en Palma, de ahí que todas las oficinas de información turística, tanto del Ajuntament de Palma como del Consell Insular de Mallorca, estarán abiertas durante todos los días festivos de Semana Santa. La oferta de restauración de la Isla, asimismo, será también un sector que registrará una actividad superior a la del pasado año. Será, pues, una Semana Santa mejor, pero indicar que no deja de ser un simple puente vacacional que no dura más allá de los cinco días.

R.C.