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La procesión de estandartes desde el claustro de Sant Antoniet hasta la basílica de Sant Francesc y el tradicional pregón a cargo del historiador Pere Fullana marcaron ayer el inicio de los actos religiosos de Semana Santa en Palma. 31 cofradías y un solemne discurso -que repasó la relación entre el catolicismo y la religiosidad desde el inicio de la II República hasta hoy-, hicieron renacer un año después el espíritu de la Semana Santa. «Casi 75 años después del anuncio de la II República por Manuel Azaña estoy en condiciones de manifestar que España es hoy más católica que entonces pero mucho menos religiosa. Esta Semana Santa es una gran ocasión, extraordinaria, para renunciar a nuestros fanatismos y orar por la paz, el diálogo y la reconciliación». Con estas concisas palabras terminó Pere Fullana un discurso cargado de recuerdos y de momentos buenos y malos en la relación entre Estado e Iglesia. «La secularización del espacio público y la desacralización del calendario llevaron a un tiempo de compromiso y reflexión porque la fe se convirtió en un elemento de confrontación y de división social».

Antes del discurso, tres cofrades de cada una de las cofradías portaron los estandartes por la calles de la ciudad desde Sant Antoniet hasta Sant Francesc, pasando por el recorrido habitual en los últimos años (Sant Miquel, Plaça Major, Colom, Plaça de Cort y Plaça Santa Eulàlia). Los diferentes colores de cada uno de los estandartes revistieron Palma de devoción y fe entre los acordes de la Agrupación Musical de Nuestra Señora de la Esperanza. Las trompetas y los tambores ponían el ritmo a una procesión que, como cada año, no dejó indiferente a nadie. Largas ovaciones precedidas de breves silencios que los condujeron a la Plaça Sant Francesc, donde esperaban el obispo de Mallorca, Jesús Murgui; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; el director insular de Cultura, Guillem Ginard, y la consellera d'Immigració, Encarnación Pastor. Poco a poco se llenó la basílica para dar la bienvenida a todos los miembros de las cofradías. Después del pregón solemne de Pere Fullana sonó la música de Schola Cantorum de Mallorca, que fue la encargada de poner cierre al acto que marca el comienzo de los actos de Semana Santa.