El PSIB-PSOE renunció ayer a su principal bandera de la época en la
que presidió el Govern: la ecotasa. Según explicó el propio
secretario general del partido, Francesc Antich, se inicia una
nueva etapa en la relación con el mundo empresarial que pretende
«vencer la desconfianza» que pudiera existir en el pasado, si bien
buscará otras fórmulas para hacer compatible el crecimiento y la
protección del medio ambiente.
Antich asumirá a partir de ahora una relación directa con los
empresarios para hacerles cómplices de lo que él mismo definió como
«plan estratégico para un crecimiento sensato». Acompañado del
secretario de política económica del partido, Carles Manera, Antich
explicó que los socialistas han elaborado una «hoja de ruta» de la
que también forma parte su propuesta de financiación económica que
han incorporado a la reforma del Estatut.
«Nos vamos a reunir con agentes sociales, sindicatos y
empresarios y los haremos sin hipotecas pasadas, empezaremos de
cero», aseguró Antich. Ayer, en su comparecencia habitual tras el
Consell de Govern, su portavoz y conseller de Turisme, Joan
Flaquer, definió como «positivo» que «el primer partido de la
oposición quiera tender puentes con los empresarios». Uno de los
primeros acuerdos del Govern de Jaume Matas, tras ganar el PP las
elecciones de 2003, fue derogar la ecotasa.
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