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El Govern y la oposición se acusaron ayer mutuamente de crispar el ambiente previo a la celebración del Dia de les Illes Balears. Pocas horas antes del inicio de las celebraciones, ayer tarde en Eivissa, el president Matas y la portavoz socialista Francina Armengol aprovecharon sus intervenciones ante el pleno para polemizar sobre las carreteras en Eivissa y la reforma del Estatut, dos cuestiones que marcan la actualidad política.

Aprovechando que ayer figuraban en el orden del día de la sesión plenaria, que adelantó una hora sobre el horario habitual, varias preguntas relacionadas con la construcción de carreteras, todos los grupos de oposición exigieron al Ejecutivo balear una «rectificación». Matas censuró la oportunidad y el tono de las reclamaciones y lamentó que «optaran por la política pequeña», en alusión al acuerdo de los grupos de izquierda de no acudir a Eivissa.

La portavoz del PSIB, Francina Armengol, instó a Matas a «escuchar a la ciudadanía», modificar su política y retractarse de las declaraciones en las que responsabilizaba al PSIB de las actuaciones violentas.

«Por el interés general, escuche a la ciudadanía, porque hay otras formas de mejorar las infraestructuras de Ibiza sin destrozar el territorio», estimó Armengol, recordándole que si el Govern fue capaz de rectificar y desestimar el proyecto de la carretera Inca-Manacor en Mallorca, podía hacer lo mismo con los de Eivissa.

Matas mantuvo que «sería inaceptable» dejar a los ciudadanos de Eivissa fuera de los proyectos viarios que impulsa el Govern. El president insistió en que los proyectos han cumplido con todos los requisitos legales y «se han modificado» para minimizar su impacto ambiental, y recalcó que la mejora de las infraestructuras viarias en Eivissa es una necesidad histórica a la que el PSIB no hizo frente cuando gobernaba la Comunidad y el Consell pitiuso.

Pero no quedó ahí la cosa. En otro momento de la sesión, Mabel Cabrer afirmó que el Ejecutivo tenía el «apoyo social necesario» para los proyectos y llamó al PSIB «partido del no».

«Estamos convencidos de que hacemos las infraestructuras que necesita Eivissa», manifestó Cabrer, quien agregó que no puede compararse el proyecto Inca-Manacor con el de Eivissa porque la isla Pitiusa lidera la mayor tasa de siniestralidad en carreteras de toda España, «situación que debe corregirse de inmediato».