Los «xeremiers» animaron el acto que se realizó en el vestíbulo del Ajuntament de Palma.

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Catorce colles de gigantes y cabezudos se quedaron ayer sin poder participar en la IX Trobada de Gegants, que organiza el Ajuntament de Palma. La lluvia motivó que se suspendiera el festejo que tenía previsto realizarse desde las once de la mañana hasta las dos de la tarde, donde todos los gigantes en un espectacular recorrido desde es Born, pasando por la calle Unió, Rambles dels Ducs de Palma, Oms y Sant Miquel finalizarían su paseo en la puerta de Cort.

Curiosamente, de las nueve ediciones que se han realizado, tres se han tenido que suspender. Por otro lado, el encuentro se podría realizar el próximo mes de septiembre, coincidiendo con el Dia de la Mare de Déu. Pero el buen ambiente entre los participantes, dos grupos de ellos llegados desde Barcelona y Valencia, y las ganas de pasarlo bien propiciaron que se realizara un breve baile de gigantes y xeremiers en el vestíbulo del Ajuntament de Palma, donde la alcaldesa, Catalina Cirer, acompañada por la regidora de Dinamització Ciutadana, María José Frau, entregaron un siurel a los representantes de las colles participantes. Asistieron gegants del CIM, gegants de los ayuntamientos de Inca, sa Pobla, Capdepera, Calvià, Alaró, Marratxí, Muro, Sineu, Mancor de la Vall, Pollença, y Llucmajor, además de los gigantes de la asociación Convent de Manacor y Gigantes de Son Sardina, de Palma, junto a los Gegants Xeremiers y Gegants Payesos, del Ajuntament de Palma. Valencia estuvo representado por Benetusser y Barcelona, por Barberà del Vallés.

Finalmente, todos los participantes y acompañantes se reunieron a comer en el restaurante Molí des Comte.