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Hubo coincidencia general en las réplicas de la oposición a la presidenta del Consell de Mallorca: la política de la institución insular no la marca Unió Mallorquines, sino el PP. El socialista Andreu Crespí dijo que UM ha «doblegado» a las órdenes del PP, el nacionalista Antoni Alorda afirmó que es el PP quien marca el orden del día mientras UM «organiza cócteles y cursos de macramé» y la consellera de EU Margalida Rosselló concluyó que el partido de Munar se ha convertido en un títere en manos de Jaume Matas. En nombre del PSIB, Crespí acusó además a Munar de hipotecar el futuro de las Islas autorizando unas infraestructuras desmesuradas y reclamó a la presidenta que se ocupe de los problemas reales de los ciudadanos, como la educación y la sanidad. También criticó que el Plan Territorial permita seguir urbanizando el litoral y pidió una defensa «efectiva de la zona de la Real».

Para el portavoz del PSM Antoni Alorda, es incomprensible que un partido que se declara nacionalista, como UM, mantenga un pacto con el PP en un momento en que ha declarado una guerra «atroz» a reconocer las diferencias que existen en España. Señaló que ambos partidos mantienen un pacto de «cemento armado» y afirmó que el debate de ayer sirvió para demostrar que UM mantendrá «su fidelidad y vasallaje». También criticó la escasa protección del territorio que practica el Consell y acusó al partido de Munar de mantener una red «clientelar» de asociaciones, en lugar de ayudas a entidades tradicionales. Por lo que respecta a Margalida Rosselló (EU-EV), denunció las carencias democráticas de la institución, la política «insostenible que practican PP y UM y que la actividad económica siga basándose en la urbanización de la costa. «UM pone en peligro nuestro patrimonio», afirmó.

En representación del PP, Fernado Rubio defendió a capa y espada su pacto con los nacionalistas, a pesar de que reconoció que este año habían surgido ciertos obstáculos que han podido superarse. «Es una política de la que nos sentimos completamente corresponsables», aseguró el portavoz popular. La presidenta del Consell agradeció las palabras de ánimo del portavoz popular y alabó su futuro político, a la par que negaba las acusaciones del resto de los portavoces. Acusó al PSOE de practicar una política contradictoria y señaló que el Consell no puede hacer nada para evitar las autopistas porque los ciudadanos dieron la mayoría absoluta al PP. Acusó al PSM de ser el partido del 'no' y aseguró que, pese a la visión catastrofista de la izquierda, Mallorca sigue siendo una isla «paradisíaca».