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El secretario general del PSIB, y diputado socialista por Balears, aseguró ayer que el ministro Solbes «no tiene ninguna duda» sobre el convenio ferroviario, y las consiguientes inversiones en las Islas, ya que la partida está recogida en los Presupuestos recién aprobados y «son de obligado cumplimiento». En este mismo sentido se expresó ayer el conseller d'Economia del Govern, Luis Ramis d'Ayreflor, que comentó la noticia publicada ayer por Ultima Hora y que centró buena parte de la primera compaecencia del año de Antich ante los medios de comunicación. Al hilo de lo publicado ayer, Antich aseguró no entender las «dudas» del Govern e interpretó que todo esto «forma parte de la estrategia de Jaume Matas».

Según subrayó, la voluntad del Estado es invertir seis millones de euros en estudios de viabilidad y nuevas líneas ferroviarias. En este sentido, lamentó la postura del Govern de mantener una confrontación con el Estado en lugar de aprovechar «al máximo» el dinero que éste destina para la comunidad, y consideró que esta vía no es la adecuada para hacer frente a los problemas de los ciudadanos. Por ello, reclamó a Matas, que deje de lado la estrategia política del PP estatal de intentar «tumbar» al Gobierno central creando un clima de «crispación», y se dedique a defender los intereses de los ciudadanos, para que estos puedan beneficiarse de las medidas sociales para Baleares puestas en marcha por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.

Por su parte, el conseller d'Economia consideró que el rechazo final de este acuerdo sería «mal recibido» por el Govern balear porque si la iniciativa está aprobada en los presupuestos «es de obligado cumplimiento», y recordó que el convenio es un acuerdo firmado con el Gobierno central, al igual que el de carreteras o el de residencias, por lo que debe llevarse a cabo. Antich compareció ayer ante los medios de comunicación junto a la portavoz del partido en el Parlament, Francina Armengol para hacer un balance político del pasado año y pedir a Jaume Matas que «tome la iniciativa» y no ceda a los criterios partidistas de la dirección estatal del PP que dirige Rajoy. Armengol se refirió a Matas como «el presidente de los números rojos» y dijo que era un presidente manirroto.