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Desde el pasado viernes pueden disfrutar del mercadillo de Navidad ubicado en la Plaça d'Espanya de Palma. Sus puestos, de color blanco y alineados en paralelo, forman un ángulo recto. Arrancan desde la esquina frente a los Capuchinos, quedando los últimos a la altura del bar Cristal. En dicho mercadillo pueden encontrar prácticamente de todo, sobre todo en cuanto a regalos y determinadas prendas de vestir, así como bisuteria, elementos decorativos y relojes, entre otros. Cuentan quienes están al frente de sus tenderetes que aunque las perspectivas parecen buenas, siempre y cuando el mal tiempo no diga lo contrario, es todavía muy pronto para hacer un balance. Pero está claro que las cosas funcionarán como el año pasado: Mucha gente en fines de semana y cierto bajón de lunes a jueves.

Modon Sall, senegalés, está satisfecho «porque este año tenemos contador de luz. El Ayuntamiento ha puesto uno por cada dos puestos, lo cual es una comodidad para nosotros». Algunos se quejan de que cuando llueve el agua se les filtra a través del techo de plástico, «aunque da lo mismo, pues cuando llueve no viene gente». Otros, para impedir que la lluvia forme charcos en el piso de los puestos, han colocado sobre él palets que forman un suelo falso. Pese a que hay vigilancia nocturna, casi todos cargan con la mercancía y se la llevan a sus casas dejando los puestos vacíos.

Pedro Prieto