Por la tarde, la plaza congregó a numerosos ciudadanos, que recorrieron las casetas abiertas. Foto: SERGE CASES

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Los puestos del mercadillo navideño de la Plaça Major de Palma están abriendo poco a poco. Sin embargo, la opinión de quienes los llevan está dividida. Por un lado están los satisfechos por los puestos nuevos que una empresa, que ganó el concurso abierto por Cort, ha fabricado. Por otro, están los indignados, que añaden que por haber instalado las casetas de los artesanos, que abrirán el 15 de diciembre, las suyas han tenido que retrasar seis días la apertura, lo que les ha supuesto un serio golpe económico, aparte de que algunas de dichas casetas carecen de estanterías, las viseras son cortas y se han detectado goteras.

Los que están a favor afirman que con estas casetas se ha ganado en comodidad y en estética, «pues ahora somos iguales todos». Que ha habido cierto retraso en la apertura «pero que no nos ha supuesto nada malo. Y ya recuperaremos esos dos días que hemos perdido. En cuanto a las goteras, ya las han tapado». Entre esas voces está la de Margarita Ametler, que tiene un puesto de juguetes y belenes. Por su parte, Mari Carmen Segura, que a falta de estanterías en la caseta donde colocar los artículos ha tenido que traérselas de casa, considera que ha habido un retraso y que algunos puestos como el suyo tenían goteras. «Pagamos la novatada, por lo que espero que al año que viene esto no vuelva a pasar».

Los enfadados lo están por el retraso y por cómo son las casetas. «El toldo de algunas es tan corto que cuando llueve se moja todo, hasta el producto de las estanterías», asegura uno de los vendedores, que no quiso dar su nombre. Y añade: «La asociación a la que pertenecemos entregó al Ajuntament en febrero de 2004 una propuesta respecto a las casetas que quería para la Plaça Major. La idea era unas casetas en las que pudieramos estar en condiciones durante doce horas. Sin embargo, si uno se fija puede ver que las viseras son cortas, por lo que si llueve la gente se moja y el producto también. Por otra parte, salvo en las medidas del ancho, alto y largo, en lo demás no nos han hecho caso. Aparte de lo dicho, la fecha de apertura se ha retrasado seis días, lo cual nos ha perjudicado mucho ya que tenemos un producto que se ha de vender en 20 días y hemos estado un semana sin poder vender». El hombre señala que la empresa ha tomado el pelo al ciudadano, que es quien ha pagado las casetas, al Ajuntament y a nosotros, que somos los más afectados».

Pedro Prieto