Imagen de la «zona cero» que ha dejado el derribo de la estructura de hormigón del puente diseñado por Gaspar Bennàssar a principios del siglo XX. Foto: TERESA AYUGA

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El derribo, que comenzó a las 6.30 horas del pasado sábado, dos días antes de lo anunciado por el Govern, concluyó ayer por la mañana ante la mirada de numerosos ciudadanos que quisieron atestiguar el final del «pont des tren».

Cabrer afirmó que los estribos del puente impedían avanzar las obras de paso subterráneo de las vías del tren de Inca, al tiempo que descartó la posible compatibilidad del puente y el proyecto de soterramiento de las vías del tren.

«Era una actuación necesaria. Por otra parte, se trata de un proyecto aprobado hace un año que escandaliza, ahora, apenas dos semanas antes de que la Conselleria proceda a su ejecución; sin duda hay demasiados intereses», dijo.

Cabrer añadió que, al igual que el resto de los palmesanos, siente «tristeza por la pérdida de un monumento emblemático».

Por su parte, el GOB llevará a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia la destrucción del puente al no haberse respetado como bien protegido con la categoría B. El GOB especificó que la destrucción del puente es una «ilegalidad flagrante que incumple el PGOU y la Lley de Patrimoni Històric».

No obstante, desde Obres Públiques, Cabrer recordó que la ejecución ha contado con la aprobación de la Comissió de Centre Històric i Catalogació del Ajuntament de Palma, compuesta entre otros, por representantes de Arca, la Sociedad Arqueológica Luliana, el Colegio de Arquitectos y Aparejadores, el Museo de Mallorca, la UIB y varios técnicos del Ajuntament de Palma y representantes políticos del citado Consistorio.

A la denuncia del GOB se sumará hoy también la protesta de la plataforma Parc de les Vies que llevará su malestar al pleno municipal. Como afirmó su portavoz, Angels Fermoselle, «la responsable máxima de la destrucción del tren es Catalina Cirer, alcaldesa de Palma, ya que ella es la que debe proteger a los ciudadanos y quien pudo detener la demolición. El Consistorio ha actuado con una estrategia de desinformación interesada; en todo momento nos dijo que el puente se desmontaría pieza a pieza, nunca que fuera a ser destruido. Una vez más se ha puesto de manifiesto la falta de voluntad de Cirer para escuchar a los ciudadanos».