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El viernes arrancó la primera tertulia del ciclo «Sopars de Salut». Unos encuentros que se enmarcan en el 50 aniversario del hospital de Son Dureta y que continuarán durante los meses de noviembre y diciembre. Con el título «Medicina y compromiso», el coloquio contó con la participación de Fernando Aguiló, médico y hermano de la orden de San Juan de Dios quien relató su experiencia tras 20 años de ejercicio en Sierra Leona. Asimismo intervino Francisca Serra, enfermera de Son Dureta y voluntaria de la Fundación Campaner, organización que lucha contra la enfermedad de noma en Níger. Por último, Magdalena Navarro, esposa de Pep Campaner, fundadora de la Fundación Campaner y auxiliar de quirófano de Son Dureta. El debate estuvo moderado por la escritora Maria Pau Janer, madrina de la fundación Campaner.

Fernando Aguiló relató su larga experiencia en el Hospital San Juan de Dios, en Sierra Leona. El señor «Anthiss» (cuchillo), como le conocen los nativos, destacó que la mortalidad infantil en Sierra Leona es la más alta del planeta: «El 26 % de la población infantil no llegará cumplir los cinco años de edad», afirmó. Aguiló relató su secuestro cuando fue capturado por los rebeldes durante 14 días en 1998: «Vi como uno de los rebeldes amputaba el brazo de un bebé de ocho meses. Lógicamente pensé ¿qué será capaz de hacer conmigo?» Aguiló no pasó por alto su experiencia con los niños soldado de Sierra Leona captados en la guerra civil de 1991 a 2001. También la dura impresión que recibió cuando llegó al hospital rural de Luarna en 1882: «Un hospital sin especialidades, donde los médicos experimentamos un continuo agobio por la urgencia las 24 horas del día, vivimos el aislamiento profesional, el lento abastecimiento, un terrible sentimiento de impotencia que, por otra parte, nos vincula y compromete cada vez más con la población del lugar».