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Las asociaciones hoteleras de Mallorca, Menorca (Ashome), Eivissa y Formentera, así como la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos, confirman que gracias al buen final de temporada, en concreto en septiembre y octubre, «la planta hotelera balear ha logrado mejorar su rentabilidad, puesto que la evolución del inicio de la temporada fue peor de lo esperado. El hecho de que en julio, agosto y septiembre se vendieran a precio de folleto, ha incidido de forma positiva en los ratios de explotación empresarial».

Como dato anecdótico de cómo se ha comportado la temporada en septiembre y octubre, hoteles de la Platja de Palma registraron en pleno mes de octubre casos de «overbooking» (sobreocupación) por el excelente comportamiento del mercado alemán y español, lo que motivó que el cien por cien de la planta hotelera estuviera abierta. «Nunca habíamos tenido en la zona tanta planta hotelera abierta. Estoy seguro que los 128 hoteles asociados, que suman unas 38.500 plazas, están todos abiertos, circunstancia que no se producía hace años», afirma el presidente de la Asociación Hotelera de la Platja de Palma, Francisco Marín.

Respecto a la rentabilidad, las asociaciones hoteleras coinciden en señalar en que si bien era cierto que la ocupación había aumentado en varios puntos, «no ha sucedido lo mismo con la rentabilidad empresarial. Este es el gran problema que tenemos, pero está claro que comparando esta temporada con la pasada, el balance final es más positivo, tanto a nivel turístico como de ingresos, pero sin lanzar las campanas al vuelo». Menorca y Formentera son las que peor comportamiento han tenido en cuanto a visitantes, estancias y rentabilidad, principalmente por la caída del turismo británico e italiano, respectivamente.