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El Gobierno central prevé destinar 110 millones de euros en ayudas para la compra y, sobre todo, el alquiler y rehabilitación de viviendas, según explicó ayer la ministra María Antònia Trujillo que ayer estuvo en Mallorca para presentar a agentes sociales, promotores y ediles las características del Plan 2005-2008.

Tanto la ministra como el secretario general de los socialistas, que fue gerente de Urbanismo en el Ajuntament de Palma durante el mandato de Ramon Aguiló, aludieron a la llamada «Hipoteca Jove» del Govern.

Trujillo dio a conocer estos datos con ocasión de su visita a Palma dentro de la campaña del PSOE para informar del Plan de Vivienda, que en el conjunto del país facilitará el acceso a 180.000 viviendas (13.000 en Balears), con especial atención a jóvenes, discapacitados, mayores de 65 años y familias monoparentales y numerosas.

Previamente, en la sede del PSIB, se reunió con dirigentes del partido y, junto al secretario general, Francesc Antich, constató que Balears es una de las pocas comunidades que aún no tienen aprobada una Ley del Suelo.

De «un producto financiero más similiar al que ya ofrecen otras entidades bancarias», calificaron ambos la propuesta. Según la ministra y el dirigente socialista, esta fórmula no resuelve el problema. Como contrapartida propusieron las ayudas que contempla el Plan Estatal. La gran diferencia es que el Gobierno socialista está apostando más por el alquiler y la rehabilitación que por la compra.

Trujillo comparó las dos propuestas y explicó que un piso de 65 metros cuadrados con la fórmula del Govern balear sale más caro que uno de 98 metros cuadrados que se acoja a las ayudas estatales.

Explicó que había tenido «curiosidad» por la iniciativa del Govern y había calculado que mientras por una vivienda de 65 metros cuadrados con la hipoteca promovida por el Govern un joven pagaría 299.000 euros, por una de 98 metros cuadrados protegida dentro del plan estatal el coste asciende a 223.000 euros.