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P ortocolom despidió ayer al emblemático bar Els Tamarells que cerró sus puertas tras 71 años de ininterrumpida vida social día y noche, en el núcleo histórico de sa Capella. En el lugar que ahora ocupa el antiguo edificio se levantará un bloque de pisos de uso familiar tras una incierta y breve reapertura provisional. Una desaparición que se suma a la de otros tantos locales entrañables en Mallorca que parecen destinados a sucumbir ante la irrupción de una anodina modernidad que desvanece los elementos únicos de nuestra identidad insular.

Lugar tradicional de encuentro y tertulia entre los residentes del puerto de Felanitx durante varias generaciones, Els Tamarells era asimismo un bar muy apreciado por los turistas, que con frecuencia han llenado su bonita terraza sobre los escars, amueblada con mesas originales de hierro de fundición y mármol blanco. Una ubicación muy apreciada también entre una juventud que acudía fielmente todos los fines de semana como entrañable punto de encuentro.

Desde su apertura en 1934 con el apropiado nombre de Bar Miramar, el local tambien ha destacado por su cocina especializada en comida mallorquina en unos platos que servía al mediodía o por la noche junto a los refrescos y cafés entre una clientela habitual o turista que ayer mostraba su pesar entre una honda sensación de orfandad. Y es que su popularidad en Portocolom se proyectó más allá de la zona para acoger a numerosas exposiciones de pintura, de las que conserva unas obras dedicadas, así como las célebres 'Converses a la fresca' que se repetían hasta tres o cuatro veces cada verano.

Gabriel Alomar