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Claudia Schiffer celebró su 35 cumpleaños ayer, en un restaurante de Puerto Portals, en compañía de su marido y sus dos hijos. Les acompañaban la chica que los cuida y dos amigas del matrimonio, muy guapas por cierto. Muy cerquita de ellos, a bordo de un barco, cenaba el Rey, que también terminó pronto, pues tenía que ir a los toros.

La modelo y su gente, que por la tarde habían estado navegando con unos allegados, cenaron muy pronto, lo cual es comprensible ya que no es conveniente que los niños se acuesten tarde. Ni que decir tiene que la modelo alemana estaba preciosa, con un vestido claro, largo, y unas sandalias a juego. El pelo rubio, suelto, casi le cubría el rostro. Lástima que no sea una mujer simpática, al menos con nosotros, los perioditas, que la felicitamos por el día de su cumpleaños y no es capaz de decir gracias, pero... ¡qué le vamos a hacer! Cada uno es como es. El marido, por su parte, parece algo más simpático. Vestía de oscuro, pantalón corto, camisa y se tocaba con una gorra visera.

Claudia que, de la mano del Govern, ha sido una de las promotoras de Balears en las últimas ferias internacionales de turismo, se ha dejado ver por fin. Enclaustrada, como quien dice, en su casa durante dos o tres días, solo salió -que sepamos- anteayer por la mañana, tempranito, a comprar unas cosillas en el super. El resto del tiempo lo pasa allí adentro, aunque también nos han dicho que fue vista la otra tarde en los aledaños del campo de golf.

Pedro Prieto