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La construcción de nuevo campo de golf autorizado por el Govern y la ampliación de otros equipamientos deportivos de este tipo supondrán la destrucción de 130 hectáreas de suelo rústico, según denunció ayer la organización ecologista GOB a través de un comunicado.

En la nota remitida por el GOB se critica el acuerdo de la Comissió Balear de Medi Ambient de autorizar la construcción de un golf en Son Bosch (Muro) y de ampliar los de Son Muntaner (Palma) y la Costa des Pins (Son Servera). «La construcción de tres nuevos campos de golf en Mallorca constituye una auténtica barbaridad, ya que afectará negativamente a diversas áreas rurales y naturales», señalan.

El comunicado añade que en los últimos años se han incrementado las expectativas de construir nuevos campos de golf y nuevos hoteles en la Isla, hasta el punto de que ahora se encuentran en tramitación nueve proyectos que se suman a los ya existentes «aprovechando el apoyo político que de entrada dan el Govern y el Consell de Mallorca a través del Plan Territorial». Algunos de ellos afectan a parajes «de notable interés ecológico o paisajístico».