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Las principales parroquias palmesanas que cuentan entre su patrimonio imaginero con una imagen de la Virgen Dormida se preparan para instalarlas en un lugar privilegiado del templo para que puedan ser admiradas y veneradas por los fieles.

Esta tradición, sobre todo en Palma, ha experimentado un gran auge en los últimos cinco años sacando las parroquias las imágenes de su anonimato en unas ocasiones, en otras restaurándolas y también realzándolas con profusa vegetación de albahaca, bellveures y coleus.

En San Jaime ayer por la mañana se precedió a instalar el tálamo de la Mare de Dèu, que contó con la presencia del rector, Juan Servera que contó con la colaboración de operarios de la empresa Baltyc.

La preciosa imagen del escultor Adrià Ferrà se colocó sobre su plataforma y rodeada por cuatro ángeles -dos rubios y dos morenos- que para esta ocasión han sido restaurados por María del Mar Riera. En la parroquia de Santa Cruz también se instaló el tálamo de la Virgen, cuya imagen puede ser de finales del siglo XV, una de las más antiguas de Mallorca.

El párroco Miquel Orell intervino en la instalación junto a varios colaboradores de ARCA. Esta operación resultó muy laboriosa ya que todos los elementos que componen el catafalco pesan mucho y además, la imagen de la Virgen se debe trasladar del museo al templo.