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A pesar del gran calor de ayer por la tarde, cientos de vecinos del Port de Pollença salieron a venerar a la Mare de Déu del Carme, patrona de los marineros, en la procesión que fue de los últimos actos de las fiestas del Port. El acto empezó con una misa presidida que, una vez terminada, los pollencins se subieron a la espalda a la Mare de Déu hasta el puerto donde fue embarcada en un gran barco que efectuó un recorrido por las aguas de la bahía de Pollença.

Además, en el Moll de Pollença, a diferencia de otros municipios, también es tradición sacar la figura de sant Pere, patrón de los pescadores, junto a la estatua de la Mare de Déu del Carme. Sant Pere es montado en una barca de «bou».

También son muchos los vecinos de la localidad costera que se montan en sus embarcaciones privadas, muy bien engalarnadas para la ocasión, y acompañan a sant Pere y la Mare de Déu del Carme en su recorrido por el mar de la bahía de Pollença.

El buen tiempo de ayer hizo posible que la gran congregación de gente en las calles donde pasaba la procesión, contemplara el tradicional acto.

Maria Nadal