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No es oro todo lo que reluce, suele decir el refranero popular y muchas veces ésta es una óptica adecuada cuando se trata de analizar los datos económicos que nos ofrecen habitualmente informes y análisis elaborados por expertos. Porque un dato puede mirarse desde diversas atalayas y hay que saber discernir cuál de ellas es la más cercana a la realidad.

Ahora mismo acaba de publicarse el Anuario Económico de España relativo a 2005 elaborado por La Caixa, una herramienta fundamental para entender el estado de las finanzas de nuestro país. En este estudio se revela que Balears es una de las tres comunidades en las que más ha crecido la renta familiar disponible en los últimos cinco años, es decir, el dinero con el que contamos los ciudadanos para gastar cada año. Tanto que la cifran en más de un 45 por ciento.

El dato en sí es, desde luego, positivo, pero hay que mirarlo con detenimiento porque pocos de nosotros podremos afirmar con rotundidad que hoy tengamos un 45 por ciento más de dinero que cinco años atrás.

Para empezar diremos que la inmigración tiene mucho que ver con este repentino aumento del dinero en circulación. La población de Balears se ha incrementado en un 16,2 por ciento en este período y estas nuevas familias han hecho aumentar, lógicamente, la renta disponible al convertirse en trabajadores y, a la vez, en consumidores, o sea, en motor de crecimiento económico. De cualquier forma, Balears sigue siendo una comunidad de alto nivel adquisitivo -unos 13.000 euros al año por habitante, según este mismo informe- donde se mantienen las clásicas desigualdades: unos pocos tienen mucho, la mayoría vive a un nivel medio y otra minoría se ubica en el nivel de bajos recursos.