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A Pep Roig siempre le ha llamado la atención el movimiento de los paraguas cuando son abiertos. De ahí que el artista decidiera reutilizar la idea y llevarla a la quinta entrega de la promoción Estiu d'Art, que patrocina el Consell de Mallorca. Su abanico podrá adquirirse mañana y el domingo con el ejemplar de Ultima Hora.

«En un lugar al aire libre y con mucha gente, los paraguas se transforman en manchas de colores que crean una composición con vida propia», afirmó Pep Roig. El artista buscó, a la hora de componer el abanico, que el espectador recibiera «una explosión de colores» nada más abrirlo. «Estoy experimentando con esta temática porque las manchas se asemejan a figuras humanas». De esta manera, el paragua y la persona se unifican, se confunden. «Tienen un cuerpo común».

«Cuando empiezo a trabajar nunca sé qué terminaré haciendo, en qué se convertirá la idea inicial». El artista se confiesa «incapaz» de someterse a una disciplina porque «un cuadro no se termina nunca, siempre puede continuarse». «Procuro perder de vista por una temporada los cuadros que realizo para, después, recuperarlo. Soy muy visceral, he llegado a romper más de uno». Roig afirma que necesita «saber si a alguien le gusta o no» la obra para acabar de convencerse. Si tiene consenso, la pieza está finalizada.