TW
0

La macroconvocatoria en defensa de la familia celebrada ayer en Madrid ha sido un ejercicio democrático del derecho a manifestarse que tiene cualquier ciudadano, sólo que allí había cerca de un millón de personas, aunque la Delegación del Gobierno de Madrid rebajara a menos de doscientas mil la cifra. Todos ellos están en contra del matrimonio entre homosexuales y consideran seriamente amenazada la institución de la familia.

El proyecto de ley del Gobierno de Zapatero establece plena igualdad entre heterosexuales y homosexuales a la hora de contraer matrimonio y también para adoptar hijos, lo que supone ampliar el modelo de familia tradicional.

Merecen todo el respeto quienes defienden la institución del matrimonio y la familia dentro de los esquemas tradicionales, pero también merecen todo el respeto quienes defienden que no se debe discriminar a ningún ciudadano por razón de su condición sexual, y por eso el proyecto de ley del Gobierno reconoce plena igualdad de derechos para los homosexuales.

En el futuro convivirán diferentes modelos de familia y la tolerancia será imprescindible para la sociedad. En cualquier caso, quienes se manifestaron ayer dejaron bien claro que no tienen nada en contra del colectivo gay, porque su rechazo es hacia el reconocimiento legal de las uniones homosexuales y de su derecho a adoptar niños.

La ley que permitirá las uniones legales entre personas del mismo sexo cuenta con un amplio rechazo, pero también con infinidad de apoyos representados en más de mil seiscientas entidades que respaldan la plena igualdad de derechos.