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El presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, defendió ayer el secreto profesional de los letrados -«es consustancial al derecho de defensa», dijo- y negó que los hechos registrados en Marbella, donde la policía detuvo a integrantes de despachos de abogados y notarios en un supuesto caso de blanqueo de dinero a gran escala, hubiesen puesto en tela de juicio la labor de los abogados. «Al hilo de lo ocurrido en Marbella se evidencia más que nunca esta Europa que tiene dos aspectos fundamentales: el económico y el jurídico legal», dijo.

«Este último no le queda más remedio que aceptarlo y desarrollarlo porque es la base de todo Estado de derecho y de toda sociedad que pretenda vivir en paz social. En esa confrontación, a veces ganan los aspectos económicos y en otras, el judicial. Creo que las aguas volverán a su cauce y que se sabrá distinguir perfectamente lo que es la actividad del abogado con otras actividades mercantiles que puedan favorecer el blanqueo de capitales», indicó. Carnicer, que realizó esta declaraciones tras visitar el Museu Es Baluard junto a la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, el decano del Colegio de Abogados de Balears, Joan Font, y Pere A. Serra, presidente de la Fundació Es Baluard, reiteró que hoy por hoy, «el abogado no puede favorecer esa actividad ilícita, entre otras cosas, porque nuestras propias normas nos obligan a identificar siempre, no sólo al cliente al que estamos prestando el servicio, sino a la persona titular del dinero que se nos deposita en el despacho». Y subrayó: «En el abogado se intercepta la zona de penumbra del dinero negro, por tanto, en la funciones típicas del letrado no puede, en absoluto, servir de cobertura al dinero opaco». Matizó que «otra cosa distinta», es que en la Directiva que pretende cerrar todas las puertas al dinero negro se intente meter a la abogacía». «La segunda Directiva anterior, en su transposición al derecho español dejó claro que los abogados y procuradores deberíamos respetar nuestro secreto profesional, porque es consustancial al derecho de defensa y consustancial a la Justicia. Yo espero que la transposición de esta tercera Directiva que se está preparando también respete el secreto profesional». Subrayó que todavía no se sabía qué es lo que había ocurrido en Marbella. «Hay que esperar que se levante el secreto del sumario para saberlo. El abogado está protegido por su secreto profesional cuando realiza labores de abogado; si no es así nuestras normas no nos protegen. Si un abogado es representante de una tercera persona y hace actos ilícitos con ese dinero, pasa a ser un delincuente, no un abogado», subrayó.