Ayuda entre rejas

Francisco Pulet Rodríguez, un preso de Palma de 47 años de edad que cumple condena por tráfico de drogas con una pena de 13 años, participó ayer en el programa de reinserción de los encarcelados a través de trabajos sociales en la comunidad que lleva a cabo la organización Voluntarios sin Fronteras de Calvià, cuyo presidente es Antoni Palazón. Francisco lleva unos ocho años en prisión. Está casado con Francisca y tiene ocho hijos. Se casó en la cárcel. A los 18 años me «enganché en la droga, me metí en el vicio que me llevó a traficar y a robar. Me pillaron en mi casa con 200 gramos de coca. Hoy en día la condena es igual tanto si son dos mil kilos o cinco mil. Acepto la condena lo mejor posible», explica Francisco. Ahora ha conseguido el tercer grado y «con un poco de suerte saldré de la cárcel dentro de diez u once meses. En seguida que salga quiero ponerme a trabajar».

Basándose en su experiencia, Francisco da un consejo en lo referente a la droga. «A los jóvenes les diría que con la droga no se consigue nada bueno, no se disfruta de la vida, destroza familias y también el futuro de uno mismo». Mirando hacia el futuro con ojos de ilusión y de esperanza, Francisco realizó ayer varios trabajos para la comunidad, acompañado de Antoni Palazón. Los dos se desplazaron al Port d'Andratx, donde Francisco limpió durante toda la mañana varias calas de la zona, en especial la playa de ses Dones. Retiró gran cantidad de escombros y basuras como plásticos, trapos y botellas, especialmente en los accesos, que presentaban una imagen lamentable y que ayer fueron debidamente limpiados. Francisco se había comprometido a asistir el domingo pasado a la limpieza que se realizó en Portals Vell, en el municipio de Calvià. Los organizadores se sintieron defraudados por la ausencia del condenado por motivos personales, pero ayer cumplió su promesa y su jornada de trabajo.