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El conseller de Treball, Cristóbal Huguet, anunció que habrá más control en las obras contratadas por el Ejecutivo autónomo donde se han producido dos muertes por accidente laboral en lo que va de año. Huguet señaló que serán los propios contratistas quienes incorporen la figura de los «recursos preventivos», encargados de controlar el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales. También indicó que se hará un seguimiento especial de las empresas contratas por el Govern en las que se detecten más accidentes laborales de lo que se considera normal. Igualmente anunció la creación de una plaza de psicólogo para ocuparse de las personas que hayan sufrido accidentes en el trabajo o de sus familiares. El conseller indicó que habrá más inspectores, si bien éstos no dependen de su Conselleria, sino del Ministerio.

Miquel Rosselló (EU), conseller de Treball con el Govern del Pacte de Progrés, le pidió «más humildad» y que reconozca que «algo falla» cuando se producen tantos accidentes. Le ofreció ayuda y colaboración. Los otros portavoces insistieron en argumentos parecidos. El conseller recogió el guante y dijo que convocará una reunión con los portavoces políticos en la Conselleria de Treball. Huguet difundió datos oficales del Ministerio de Trabajo sobre los accidentes laborales. Según estos datos, entre 2000 y 2002 se registraron las mayores cuotas de siniestralidad laboral, superando los 30.000 accidentes en un año (concretamente en 2001) y veinte fallecimientos. En 2004 se produjeron 24.076 accidentes. 217 graves y ocho muy graves. Hubo 18 muertos. El conseller acudió al Parlament acompañado del director general de Salud Laboral, Fernando Villalobos, a quien los sindicatos daban por destituido. Continúa en el cargo.

Huguet expuso estos proyectos ante una comisión del Parlament en la que compareció para exponer qué medidas se toman en la Conselleria para prevenir los riesgos laborales. El titular de Treball mantuvo que los accidentes «más graves» ocurridos en las obras públicas que ejecuta el Govern, que acarrearon dos víctimas mortales hace varias semanas, «seguramente» hubieran sido «evitables». La comparecencia del conseller no terminó de gustar a la oposición, que le criticó la poca concreción, así como su insistencia en escudarse en cuestiones técnicas para rebajar los datos sobre siniestralidad.