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Expertos nacionales en anestesiología, reanimación y terapéutica del dolor reunidos en Palma desde el 1 al 4 de junio han reconocido que hechos como la crisis del hospital Severo Ochoa de Leganés han generado desconfianza entre los pacientes y sus familiares hacia los anestesiólogos.

Por otra parte los expertos también valoraron positivamente «La experiencia del 11 de mayo de 2004» en una mesa redonda, presentada con el mismo título, y moderada por el doctor Juan Navia, jefe del Departamento de Anestesiología, Reanimación y Cuidados Intensivos del hospital Gregorio Marañón de Madrid.

De hecho así lo reconoció el doctor Juan Navia, jefe del Departamento de Anestesia, Reanimación y Cuidados Intensivos del hospital Gregorio Marañón, quien remarcó que hay una cosa que está por «encima de todo, que es la ética profesional» y que obliga al médico «a ayudar al paciente a no sufrir, por encima de presiones», a pesar de las denuncias de Leganés.

Para el doctor Fernando Barturen, presidente del congreso, «nuestro trabajo consiste en defender el bienestar del paciente» y añadió que espera que hechos como los de Leganes no dañen la imagen de los profesionales que han participado en la «XXVII Congreso de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor».