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El próximo viernes y el próximo sábado, 3 y 4 de junio, el Ajuntament pondrá en marcha una serie de medidas, anunciadas ya el pasado mes de abril, para intentar paliar los efectos nocivos del 'botellón', en especial en la zona del Passeig Marítim durante los fines de semana, según recordó ayer la edil de Sanitat i Consum, la popular Marina Sans. La medida más novedosa será que los jóvenes que sean multados por incumplir la normativa municipal de limpieza o la de ruidos, o ambas, podrán, una vez resuelto su expediente, evitar el pago de dicha sanción si optan por realizar trabajos comunitarios para la ciudad en alguna empresa municipal, sobre todo en Emaya.

Cabe recordar que la ordenanza de limpieza establece que por una falta leve se puede imponer una sanción de entre 0 y 300 euros, y que por una grave se puede poner una multa de entre 301 y 900 euros. En cuanto a la ordenanza contra los ruidos, por una falta leve se puede sancionar con entre 0 y 150 euros, mientras que por una falta grave se puede multar con entre 151 y 300 euros. Para permitir la sustitución de multas por trabajos comunitarios, ambas ordenanzas fueron modificadas, de forma inicial, en el pleno de abril.

Sans recordó ayer que su departamento también contará con dos inspectores que tendrán como función específica y principal controlar la calidad del alcohol que se vende en los locales de ocio, «para evitar que se dé lo que se conoce como 'garrafón'». Además, Emaya llevará a cabo un primer servicio de limpieza en el Passeig Marítim a partir de las 03.30 horas. La empresa municipal ya había reforzado la presencia de contenedores en la zona durante los fines de semana, con la instalación de 12 unidades adicionales. Asimismo, habrá de forma permanente dos agentes policiales más en el Passeig Marítim, que realizarán tanto labores de información como de sanción. Igualmente, continuarán los controles de alcoholemia en la zona.