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Line es una pequeña danesa de 7 años que desde hace dos años y medio convive con la leucemia, pero la sonrisa no se le mueve de los labios. Desde hace una semana veranea en el hotel las Gaviotas de Muro junto a su madre, Sussie, su padre, Steen, y su hermana, Maria, de 5 años, gracias al esfuerzo de la ONG La Vida, que preside Inge Marie Hornshoj, una madre que perdió a su hija de 12 años enferma de cáncer en 1981. «Solo tenía una hija pero ahora tengo muchos hijos, enfermos», explica emocionada.

La Vida trabaja desde el año 2004 para facilitar a los niños daneses enfermos de cáncer y a sus familias dos semanas de descanso en Mallorca, alejados de los tratamientos hospitalarios en su país. «Cuando un niño enferma de cáncer, enferma toda la familia», dice Inge Marie Hornshoj, presidenta de La Vida, a la que su propia experiencia le enseñó que las estancias en Mallorca, que no quiere ver como «el último viaje», pueden dejar una huella imborrable en los enfermos y sus familiares.

A lo largo de 2004, 9 familias de Dinamarca viajaron a Mallorca gracias a esta ONG que se nutre de los fondos de particulares y esponsors, que aportan una cuota mínima de 3 euros anuales. De aquellos primeros nueve niños enfermos 3 ya han dejado de existir. En esta ocasión tenían que ser nueve las familias llegadas hasta Playas de Muro pero unas semanas antes del viaje perdieron a uno de los pequeños.

Elena Ballestero