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Govern y Gobierno central dieron ayer carpetazo definitivo a la polémica de las desaladoras con la firma de un convenio por el que el Ministerio invertirá 37 millones de euros en la construcción de cuatro desaladoras: dos de ellas en Mallorca (Andratx y Alcúdia), otra en Menorca y otras en Eivissa. La construcción de estas desaladoras se planteó cuando Jaume Matas era conseller de Medi Ambient. En un principio, la inversión prevista por el Gobierno era de 45 millones de euros, de los 162 que costarán las obras, pero el conseller de Medi Ambient anunció que la diferencia se abonará a través de la ampliación del plazo de concesión a la empresa que las construirá. Está previsto que estas obras de infraestructura puedan estar listas en 2007.

No obtante, el conseller explicó que la construcción de estas cuatro desaladoras no supone el fin de las reivindicaciones del Govern en la materia ya que ahora será necesario firmar un nuevo convenio por valor de 25 millones de euros para financiar la interconexión de la red en cada una de las Islas. Estas interconexiones figuran en el Plan Hidrológico Nacional como obras de interés general. El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, mostró su satisfacción por la firma del convenio y confió en poder llegar a un acuerdo para que el Ministerio financie al menos la mitad de los 25 millones de euros que se necesitan para las interconexiones. La construcción de estas canalizaciones permitirá que cada una de las Islas tenga un sistema unificado de conexión de aguas, lo que permitirá, a largo plazo, crear redes unificadas de agua y precios unificados en cada Isla.

El conseller confió en que el Ministerio acepte la propuesta de cofinanciar las interconexiones en la Isla y consideró que la oferta del Govern es muy generosa ya que, según el Plan Hidrológico, las obras deberían ser financiadas en su totalidad por el Ministerio de Medio Ambiente, de acuerdo con el Plan Hidrológico Nacional.