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Si usted se pasea por el campo base del Everest es muy probable que se encuentre un alpinista valenciano dando vueltas por un circuito con un prototipo de bota de alta montaña de la marca mallorquina Bestard o bien con un modelo de bota Chiruca, sin embargo siempre con unos calcetines Lorpen. No es un «top model» de alta montaña en exhibición, sino sólo uno de los tres componentes de la expedición de la Universitat Politècnica de València (UPV) que experimenta el «confort térmico» de diverso tipo de material de montaña. David Rosa es investigador del Instituto de Biomecánica de Valencia y director de este proyecto, que «pretende poner a prueba la degradación de las prendas que se utilizan en las ascensiones a gran altura, además de medir las condiciones climáticas entre la ropa y el deportista».

Así se determina lo que se llama «confort térmico», es decir, el equilibrio entre el calor que genera el cuerpo durante el ejercicio físico y la transpiración de la prenda deportiva. Sin embargo, además de experimentar ropa y calzado de montaña, Rosa y los también escaladores valencianos Jorge Verdaguer y Juan José Haya -a la vez que conejillos de indias del experimento- tienen previsto escalar el Everest por la vertiente más clásica, la sudoeste, a través de la cascada de hielo del Khumbu, el Valle del Silencio, la pared del Lhotse, el Cuello Sur y, finalmente, hacer cima a 8.840 metros después de haber superado el Peldaño Hillary. En cuanto al análisis que se llevará a cabo, el investigador explicó que «estudiaremos las variables fisiológicas objetivas y subjetivas durante la realización del ejercicio físico, porque muchas veces la percepción del grado de calor o humedad no se perciben de igual manera». Así, mediante sensores en el pecho, bíceps y muslo informarán del calor que genera el cuerpo, mientras que cápsulas de microclima medirán en la axila y entre los dedos de los pies el aire que permanece atrapado entre el cuerpo y la ropa o calzado.

En otro orden de cosas, «Jopela» ha decidido finalmente y por recomendación del médico de la expedición, que se encuentra en Palma, el doctor Jaume Borràs, abandonar temporalmente el campo base (5.300 m.) y bajar hasta Dingboche (4.365 m.) para encontrar un ambiente más propicio y recuperarse de su dolencia pulmonar. El escalador permanecerá una semana separado del grupo. A pesar de eso, los planes de la expedición siguen su curso. «Oli», Tolo Quetglas y Tolo Calafat tienen previsto instalar el campo II entre el domingo y el lunes. Ayer, «los dos Tolos» bajaron hasta Gorak Shep (5.160 m.), mientras que «Oli» dedicó el día a la lectura y a la colada.

Joan Carles Palos