Hubo «procesión» de l'Àngel, que descendió portado en volandas las escaleras del Castell.

TW
0

Desangelado porque al no acudir el Ajuntament, como en otros años, no fue lo mismo, ya que no hubo subida desde Cort a Bellver a peu, precedida de berenar de ensaimadas y chocolate; no hubo tampoco exhibición de caballos; y no hubo batlessa y demás miembros de su Consistorio dando vueltas por los alrededores del Castell. Y como encima amenazaba la lluvia, que no cayó, muchos ciudadanos optaron por quedarse en casa.

A las 09.30, la alcaldesa Cirer y la mayoría de los miembros del Consistorio que preside estaban en la Plaça de Cort para iniciar la ascensión al castillo. Pero allí se decidió, por la muerte del Papa, suspender todos los actos oficiales del Diumenge de l'Àngel. Por dos motivos: por unirse al duelo universal y porque a las 11.00 había misa por el alma de Su Santidad en la Seu, a la que debía asistir el presidente del Govern, Jaume Matas, y la alcaldesa, entre otras personalidades.

Sin embargo, la gente que disfrutó de la celebración en el Castell no se lo pasó mal. Bailó cuanto le vino en gana en la explanada. Pudo asistir a un magnífico concierto de xeremies en el patio de Bellver; los que quisieron, pudieron participar en un torneo de ajedrez; hubo procesión de l'Àngel, con los aditivos de años precedentes: comparsa, angelitos rockeros, zancudos, banda y séquito. Y actuaron los Castellers de Mallorca y Al.lots de Llevant. ¡Ah, bueno!, y los que decidieron pasar el domingo en el castillo, a mediodía dieron buena cuenta de las viandas que portaban tras haberse buscado un lugar tranquilo.

P. Prieto