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Maria Antònia Munar abandonó Art Decó sobre las cinco y media de la madrugada de ayer domingo, justo ocho horas después de haber entrado en dicha discoteca a celebrar su cumpleaños con más de trescientas personas, entre ellas el presidente Jaume Matas y el ex presidente Francesc Antich, quienes pasada la media noche se presentaron con sus respectivas esposas, Maite y Concha, ya que antes tuvieron que asistir a otros compromisos, Antich concretamente a la boda de un amigo. Ambos mandatarios estuvieron en la discoteca hasta después de las dos de la noche, con la particularidad de que si el ex presidente y señora debían volver a Algaida, su pueblo, Matas y Maite pernoctaban en s'Era de Pula, donde ayer, domingo, tenían un partido de pádel.
MAM les mostró el regalo que le hizo una periodista: una carátula de «El diario de Bridget Jones» en la que aparece ella entre los dos protagonistas de la película, aunque el del regalo es una carátula trucada, pues en vez de Bridget vemos a MAM con la ropa de aquélla, y en lugar de los dos pretendientes aparecen Matas y Antich, con las ropas de aquéllos, quienes, dicho sea de paso, se partieron de la risa «viéndose».
Hay que decir también que la cena fue exquisita, como el modo en que David Balaguer, del grupo Isla San Juan, le dio las felicidades en nombre de todos: cantando. Como oportuna también fue la música que pinchó Juan Campos para que MAM y su marido abrieran el baile, el «I will Survive», de Gloria Gaynor, cosa que sucedió un segundo después de que la vicepresidenta del Consell, Dolça Mulet -«en nombre de todo el equipo», nos dijo Maria Antònia-, le hiciera entrega de un bonito broche, que se puso de inmediato y que llegó en el interior de una enorme caja de cartón, de ésas en las que cabría muy bien un televisor de 15 pulgadas.
En cuanto a lo demás... pues creo que todo el mundo se lo pasó muy bien, charlando de cualquier cosa menos de política. De fútbol, por ejemplo, como Vicente Grande, que ve más fácil la salvación del Mallorca que la victoria del Real Madrid, y lo dijo cuando el Barça acababa de marcar el 0-1 en Riazor, de lo cual se entera el galerista Vanrell al recibir un SMS que un barcelonista, desde el otro extremo de la barra, le manda y que dice poco más o menos: «Estáis completamente congelados. Estáis ya a menos 13». Había que ver también lo bien que bailaban algunos de los consellers del Consell Insular de Mallorca, Borrás sobre todo, y lo elegantes que iban las señoras y algunos caballeros, eso sí, casi todos de traje impecable.
Fue, por otra parte, una fiesta con mucho gusto, tanta como discreción, en la que la protagonista procuró en todo momento ser una más del grupo, numeroso por cierto, y en el que estaba representada prácticamente toda la sociedad mallorquina, lo que es señal de que tiene buenos amigos, incluso fuera de la política, pues la mayoría de los que estábamos allí poco o nada teníamos que ver con ella.
Y fue también una noche de reencuentros, pues más de uno se encontró con amigos o conocidos a los que hacía tiempo que no veía, con lo que seguramente quedó para ir a cenar algún día, sin especificar cuál, ni dónde, lo que es una forma de quedar muy nuestra.
Y nada más. Bueno, sí: felicidades, Maria Antònia. Molts d'anys, suerte, y por muchos años más.


Pedro Prieto