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El aeropuerto de Palma registrará este año un tráfico cercano a los 21 millones de pasajeros, lo que supondría superar el récord histórico contabilizado el año pasado (20,2 millones), según predijo ayer el ya ex director del aeropuerto de Palma, Dionisio Canomanuel, que hoy asume la gestión del aeródromo de Lanzarote y que será sustituido por Nemesio Suárez. Canomanuel informó que los grupos turísticos y compañías aéreas han solicitado hasta la fecha un 7 por ciento más de permisos de vuelo y aterrizaje («slots») para la próxima temporada alta, aunque se trata de un crecimiento provisional que puede sufrir modificaciones a medida que concreten sus programaciones. El ex director del aeropuerto consideró en este sentido que las compañías aéreas y operadores turísticos deberían aceptar una mayor flexibilización de horarios y no incrementar sus solicitudes de «slots» en horas punta, dado que el aeropuerto dispone de franjas con horarios disponibles que no son aprovechadas.

El Aeropuerto de Palma registró durante el mes de febrero un total de 892.445 pasajeros, lo que supone un incremento del 0,2 por ciento respecto al mismo mes de 2004, según informó AENA. Por nacionalidades, aumentó un 0,34 por ciento el tráfico de alemanes (315.555), que compensó el descenso de los españoles (-2,27 por ciento, con 425.169) y británicos (-4,12 por ciento, con 85.882).

En cualquier caso, Canomauel consideró que Son Sant Joan debe apostar en el futuro por el «crecimiento relativamente sostenido, consolidando su tráfico actual y haciendo que la calidad sea la que rija al sector», dado que advirtió que los elevados ritmos de crecimiento podrían llegar a generar una saturación de las infraestructuras. Canomanuel atribuyó su traslado al aeropuerto de Lanzarote, por cuyas instalaciones transitan al año unos seis millones de pasajeros, a que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) es una empresa «muy flexible», que necesita que sus empleados se adapten a las diferentes características de su red nacional de aeropuertos. El ex director de Son Sant Joan restó importancia a la diferencia de tráfico existente entre los dos aeropuertos y subrayó la necesidad de acometer una correcta gestión.