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Los análisis realizados por los peritos de la masa de residuos vertidos en la cantera de Can Barceló entre 1980 y 2002 han revelado la existencia en el subsuelo, entre otras materias, de gases tóxicos (metano), sustancias cancerígenas y aguas fecales. Por ello, los peritos reiteraron ante los magistrados de la Audiencia de Palma, en la segunda jornada del juicio por un presunto delito contra el medio ambiente contra los hermanos Monserrat y Pedro Barceló Reus, el «grave peligro» que esos contaminantes suponen para la salud de los vecinos de la cantera, situada en el término municipal de Palma.

Prestaron declaración en calidad de testigos el jefe el Servicio de Residuos y Contaminación Atmosférica de la Dirección General de Residuos, Miguel Colom, y los técnicos de Idom Ingeniería y Consultoría, Rafael Echevarría, Maria Angels Ramos y Margarita Buades.

Los testimonios de todos ellos, propuestos como prueba de la acusación formulada por el fiscal coordinador de Medio Ambiente del TSJB, Adrián Salazar, fueron categóricos al afirmar que los pozos situados en esa área están «absolutamente contaminados».