Mabel Cabrer y Joan Flaquer tras la reunión del Consell de Govern. Foto: PERE BOTA

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El Govern apeló ayer al Régimen Especial de Balears (REB) para justificar su derecho a que el Ministerio de Fomento financie una serie de obras de infraestructuras -carretera y ferrocarril- que el Plan Estratégico de Transportes e Infarestructuras ha dejado fuera argumentando que al ser competencia autonómica deben costearse a través de convenio. Esta medida afecta a Balears, a Canarias, a Ceuta y a Melilla. El portavoz del Ejecutivo, Joan Flaquer, y la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, comparecieron ante los medios informativos tras la reunión del Gabinete y anunciaron su intención de alegar contra la exclusión de Balears. La titular de Obres Públiques explicó que la ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, anunció que mantendrá una reunión bilateral con Baleares para acordar la firma de convenios bilaterales en materia de tren y carreteras. Si bien la consellera reconoció que el millonario plan ministerial no «territorializa» las inversiones previstas de 242.000 millones de euros, aseguró que se sentiría «más tranquila» si aludiese a Balears.

La exclusión de Balears de este plan marcó la agenda política de la jornada. Desde el PSIB-PSOE, su portavoz parlamentaria Francina Armengol acusó a la consellera de «mentir» y de bloquear cualquier posibilidad de diálogo por «estrategia partidista». Armengol calificó de «patética» la actitud de la consellera. La dirigente socialista señaló que el actual Govern, enfrentado a Madrid, no es capaz de defender los intereses de Balears y pidió a su president, Jaume Matas, que «deje de añorar a Madrid y su época de ministro» y que «tome la iniciativa» y acomenta una amplia remodelación del Ejecutivo. Pidió la destitución de Cabrer y también de la de José María Rodríguez (Interior), Margalida Moner (Agricultura), Aina Castillo (Salut) y Joan Flaquer (Turisme).

La portavoz socialista censuró, además, otros aspectos de la política del Govern, especialmente en el económico, en el que los hechos contradicen la imagen de «gran salvador» con la que se presentaba Matas en esta parcela de la gestión, según dijo. El Govern reaccionó al momento. Según Flaquer, «esa es la oposición que tenemos» y expresó su deseo de «tener una oposición más seria». «Sabíamos que la oposición tenía poco trabajo», pero «no nos imaginábamos que tuviera tan poco como para reducir toda una valoración de un año de trabajo del Govern a estas peticiones», subrayó. Según Armengol, el primer año del Govern del PP ha sido «decepcionante» y «sin rumbo».